Aprender a respirar es una de las formas más fáciles y eficaces de controlar la ansiedad y el estrés.
Sabías que el simple hecho de respirar de forma superficial puede provocar sensaciones que en ocasiones pueden confundirse hasta con un ataque cardíaco? Hormigueo, entumecimiento, mareo, sensación de desmayo, calor, sudoración, escalofríos, músculos tensos y rígidos, temblor, debilidad en las piernas, visión borrosa, sensación de irrealidad, taquicardia, palpitaciones, opresión/dolor en el pecho, sensación de falta de aliento, cansancio…
Compartimos este Manual realizado por los profesionales de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona en donde se explica paso a paso cómo debemos respirar para mantener a raya la ansiedad y el estrés
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