Para todos vosotros debe ser muy estresante no poder ayudar a vuestro hijo con nada cuando se encuentra en esta situación, con este artículo intentaré orientaros para que al menos sepáis a qué se debe y que cositas podéis hacer en cada caso para ayudarles.
CAUSAS
1. MALA PAUTA DE ALIMENTACIÓN.
Si vuestro hijo toma biberón, es probable que los cólicos de deban a esta causa. Igual que nosotros un día nos despertamos con más hambre que el anterior a los niños les pasa lo mismo. Cuando les damos el biberón les estamos dando una cantidad que deben tomarse en ese momento y deben pasar 3 horas hasta la siguiente toma. ¿Se quedan con hambre? Pues en la siguiente toma comerán con ansiedad, estrés y tragan aire.
Los bebés que toman a demanda y pecho es menos probable que les pase esto.
¿Qué hacer?
Por mucho que nos cueste, intentar que no coma con ansiedad y si veis que no han pasado las 3 horas no dudéis en darle el biberón antes de tiempo. Si está llorando, primero calmarlo y luego dárselo así evitamos que trague aire.
2. ALTERACIÓN DE LA FLORA INTESTINAL
Causa menos frecuente pero pasa. Todos los niños nacen con unos “bichitos” buenos en la barriga que ayudan a la digestión y a las defensas, estos son los Lactovacilus. Hay niños que nacen sin los suficientes y si los primeros que llegan son gérmenes anaerobios, éstos cuando llega la leche producen mucho gas durante la digestión y ahí vienen los problemas de cólicos.
¿Qué hacer?
El pediatra les dará unas soluciones a añadir en la dieta para modificar esta flora intestinal y evitar la formación de gas.
3. ESTREÑIMIENTO
Niños que nacen con intestinos “lentos” y les duele la barriga. Son niños que acostumbran a tener la barriga dura y se encogen cuando les apretamos.
¿Qué hacer?
Un fisioterapeuta especializado podrá enseñarles masajes específicos para ayudarles a agilizar las tripas y vaciar el intestino. El fisioterapeuta en sesión moviliza las fascias intestinales (las fascias es como la piel de los órganos) aumentando la motilidad intestinal y ayudando a estos intestinos lentos a moverse mejor.
4. REFLUJO GASTO ESOFÁGICO
La principal causa es la relajación del esfínter que separa el esófago del estómago. Éste tiene la función de cerrar el paso y evitar que la comida del estómago refluya para arriba e irrite la mucosa del esófago. Hay niños que tienen vago este esfínter y cuando comen todo el contenido ácido del estómago sube. Son niños que tienen tos seca y que cuando les duele no se encogen como en los casos anteriores, sino que se estiran.
¿Qué hacer?
El pediatra les dará unas pautas para reducir el reflujo. El fisioterapeuta les podrá ayudar enseñándoles una pauta de masaje sencillo para reducir el estrés en el niño, con ello se reduce la producción de ácido en el estómago y el reflujo es menor.
5. INTOLERANCIA A LA LACTOSA O LA PROTEÍNA DE LA VACA
Niños que toman leche artificial o que toman pecho pero su madre toma leche o derivados. Hay niños que lo toleran bien, pero hay otros que por inmadurez o por características personales no la toleran bien los primeros meses de vida y es importante que se modifique la fórmula de la leche.
¿Qué hacer?
Pues hablar con el pediatra o con un nutricionista especializado en pediatría, ellos les informarán de qué opción es la mejor.
6: NIÑOS DE ALTA DEMANDA
Este caso se relaciona principalmente con la primera causa. Son niños muy apegados que necesitan del contacto constante. Es importante que si vuestro niño se pone a llorar primero intentéis calmarlo y no darle automáticamente el pecho.